En SolarTec, nos enorgullece contar con una amplia gama de soluciones energéticas sostenibles, entre las cuales se incluye el biogás, una forma de bioenergía que se produce naturalmente.
El biogás, para ser exactos, se genera a través de la descomposición de materia orgánica como restos de alimentos, desechos agrícolas y estiércol, en un proceso conocido como digestión anaeróbica. Este proceso ocurre en un ambiente sin oxígeno, donde microorganismos descomponen la materia orgánica, liberando una mezcla de metano y dióxido de carbono.
Una vez dicho esto, es importante saber que este gas no solo puede ser aprovechado para generar electricidad y calor, sino que también juega un papel crucial en el manejo sostenible de residuos.
Por este motivo, hoy nos enfocaremos en explorar las diferencias clave entre el biogás y el gas natural en ciertos aspectos, y en qué puede significar el optar por uno u otro en el contexto empresarial.
Origen y composición.
En primer lugar, el biogás se produce a partir de materia orgánica mediante digestión anaeróbica y contribuye a la producción de una energía limpia y sostenible. Su composición incluye principalmente metano y dióxido de carbono, junto con trazas de otros gases como hidrógeno sulfuroso y vapor de agua, que pueden variar según la materia prima utilizada y las condiciones del proceso.
Por otro lado, el gas natural: a diferencia del biogás, el gas natural es un combustible fósil extraído de formaciones geológicas profundas. Se forma a partir de la descomposición de materia orgánica antigua, sujeta a altas presiones y temperaturas a lo largo de millones de años. Está compuesto principalmente por metano y puede contener pequeñas cantidades de otros hidrocarburos, además de impurezas como nitrógeno, oxígeno y a veces sulfuro de hidrógeno.
Impacto ambiental y uso.
El biogás se considera un combustible de bajo carbono. Al quemarse, libera dióxido de carbono, previamente capturado por la materia orgánica, lo que no añade carbono adicional a la atmósfera. Esto lo hace partícipe en la lucha contra el cambio climático. Además, su producción también contribuye al manejo eficiente de los desechos, reduciendo la contaminación y promoviendo un entorno más limpio.
En cambio, el gas natural, aunque más limpio que otros combustibles fósiles, sigue siendo una fuente significativa de emisiones de gases nocivos. Su extracción y procesamiento pueden tener impactos ambientales adversos, incluyendo alteraciones del paisaje y riesgos de fugas de metano, un potente gas de efecto invernadero.
Pero… ¿Qué más deben tener en cuenta las empresas?
La elección entre biogás y gas natural no solo es una decisión ambiental, sino también económica.
En el aspecto económico, instalar infraestructura para biogás requiere una inversión inicial considerable, pero puede ofrecer ahorros significativos a largo plazo, especialmente para empresas que generan grandes cantidades de desechos orgánicos. Esta inversión no solo reduce los costes de manejo de residuos, sino que también puede disminuir los gastos energéticos y mejorar la imagen corporativa frente a stakeholders interesados en prácticas sostenibles.
Por otro lado, aunque el gas natural puede ser más estable en términos de suministro, depende de la fluctuación de los precios del mercado y de las políticas energéticas, lo que puede representar una incertidumbre financiera a largo plazo.
En SolarTec, entendemos la importancia de las energías renovables y sostenibles. En este sentido, el biogás representa una excelente oportunidad para las empresas que buscan optimizar sus operaciones de manera ambiental y económicamente responsable. Por ello, te invitamos a descubrir cómo el biogás puede beneficiar a tu empresa y a explorar nuestros servicios para un futuro energético más prometedor y sostenible